El día de ayer, nuestra selección mexicana de futbol nos dió otro fracaso en cuanto a la materia se refiere al volver a perder contra los Estados Unidos en Columbus por dos goles a cero, lo que ya comenzó a inquietar a más de un aficionado.
De los siete últimos partidos que han disputado los verdes, todos han sido con resultado negativo y Eriksson aún no encuentra el orden ni la estructura futbolística que le dé al cuadro tricolor el protagonismo a nivel mundial.
Sin embargo, llama la atención de la gran cantidad de aficionados que ayer estaban ilusionados con que México ganara y hoy le tiran de piedras a esta selección -que por un lado lo tienen bien merecido- y otros que jamás se hicieron ilusiones y la derrota no les provocó molestia alguna.
Y de verdad es para dar coraje ver como unos individuos que se dedican a patear el balón ganen cantidades exhorbitantes de billetes verdes, e incluso algunos jugadores como Rafael Márquez, sólo pasean su cara por la cancha y no aportan nada a la escuadra mexicana, e incluso, ha sido más perjudicial que cooperativo.
Pero el futbol es sólo un deporte en el cual nosotros no ganamos ni perdemos nada como aficionados, a menos que te dediques a la TV, publicidad, marketing deportivo, etc. en donde estos dos últimos pueden verse económicamente afectados por el desinterés que ha venido ganando la selección mexicana a raíz de la llegada del sueco Sven Göran Eriksson.
Aún así, sólo resta ver los partidos pendientes que tiene el "Tri" por jugar en su calificación a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010.
jueves, 12 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario