martes, 3 de marzo de 2009
¿Con esa boca vendes?
La semana pasada estaba por anunciar mi negocio en una revista que tiene guías de restaurantes, bares, antros, hoteles y demás servicios, pero en este caso no daré nombre de la revista porque no es mi objetivo quemar a este suplemento, que por cierto está empezando, así que no vale la pena, pero si apoyarla.
El caso es que estaba esperando a que me atendieran, cuando entra una chava -yo creo de unos 28 años- guapa eso sí y bien arreglada, pero entró hablando con más groserías que yo cuando me enojo, creo que ese día fue cuando escuché más groserías que salían de la boca de una mujer, y el argumento que tuvo ella fue que se había levantado de malas.
Cada quién dice lo que quiera, si quiere decir groserías, que las diga, este es un país libre; sin embargo, hay que recordar que si eres parte de una empresa debes de cuidar tu imagen, y parte de ella es tu vocabulario, porque si no, luego tu y la empresa donde trabajas adquieren mala fama y eso se traduce en menores utilidades.
O de perdida, dí las groserías que quieras en voz baja para que después no anden hablando mal de tí ni de tu empleo. Esa es mi opinión.
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